miércoles, 10 de marzo de 2010

EL MAS Y SU VICTORIOSA DERROTA DE ABRIL

Pablo Javier Deheza

Las preguntas necesarias: ¿Porqué los estrategas y la cabeza del MAS andan frescos como una lechuga a sabiendas de que a sus candidatos en el oriente, específicamente en Santa Cruz, no les está yendo bien? ¿Por qué el MAS no está copando los medios e inundando al oriente con propaganda y movilizaciones si acaso desea la victoria? ?Acaso no lo hizo cuando lo necesitó? ¿Está procediendo el MAS como un partido al que le interesa ganar en estas elecciones? ¿Por qué Don Evo Morales aparece tan apartado de las campañas de sus candidatos? ¿Es casual que estos candidatos sean invitados y no gente del MAS? ¿Por qué la tan poca o nula planificación de las campañas del MAS en Santa Cruz al punto de que su candidato a gobernador asegura que aún no empezaron su campaña televisiva a estas alturas del partido? ¿Por qué la aseveración de Don Evo Morales en sentido de que no entregará recursos para la campaña? ¿De cómo así un partido acostumbrado a un despliegue poderoso y efectivo de recursos en tiempos electorales se presenta con una moderación tan notoria cuando sabemos de su capacidad? ¿Por qué aparece en La Razón la encuesta que más alta ponderación en la preferencia electoral le otorga a Rubén Costas? ¿Por qué?


Estas cosas no se pueden entender como fortuitas viniendo de quien vienen y como estoy convencido de que los muchachos del MAS tienen la buena costumbre de no dar puntada sin hilo y actúan siempre a sabiendas de lo que efectivamente están haciendo, voy a ensayar una respuesta para las preguntas anteriores.

Teoría: al MAS le interesa perder en estas elecciones; el MAS necesita perder.


Sustento ahora lo afirmado. No hay una mejor oposición imaginable para el MAS que aquella presidida por Rubén Costas: desideologizada, incoherente, fraccionada y arrinconada. Con Rubén Costas a la cabeza de Santa Cruz sigue funcionando de las mil maravillas el consabido discurso: la derecha, los neoliberales, el capitalismo, los terratenientes, los oligarcas del oriente, los vende patrias, los terroristas, los enemigos del estado, los fascistas, los intolerantes, los separatistas, etc. Con Rubén Costas a cargo de la Gobernación de Santa Cruz el MAS tiene al frente a un enemigo visible y, entre todos, al mejor que pudiera soñar; uno que además es resistido de modo casi natural en otros departamentos.


Con Rubén Costas sigue vigente el discurso al interior del MAS de que hay un enemigo contra el cual las bases deben alinearse obedientemente; hay alguien que, al menos imaginariamente y para los fines del discurso, atenta contra la unidad de la patria, del estado plurinacional, del proceso de cambio. Existe un culpable para todo lo malo que pueda pasar y todas las promesas incumplidas que se le quieran cobrar al gobierno tienen una justificación. La necesaria victoria de Rubén Costas también le significa al MAS el poder zafar de las disputas internas ya que estas o quedarían en segundo plano respecto a las riñas con la “oposición” o podrán ser castigadas al interior a título de intentar debilitar desde adentro al proceso de cambio frente al enemigo externo.


Otro efecto que surge de lo anterior es que, al perder estos candidatos del MAS o al no lograr ellos por sí mismos votaciones tan contundentes como las logradas por Morales en persona, se sigue trabajando el mito de Evo. Se sigue entronizando la figura del líder del MAS como el único capaz de entregarle a sus bases victorias aplastantes y por lo tanto lo consolida como el liderazgo indiscutible del MAS.

Así las cosas, ¿le interesa ganar en el oriente y específicamente en Santa Cruz al MAS? No, para nada; más bien le interesa que Rubén Costas siga ahí. Aquí gana perdiendo. Después de todo, ¿tienen poder real los Gobernadores en el esquema del estado plurinacional? ¿Qué tanto es lo que perdería el MAS al perder la Gobernación de Santa Cruz? ¿Tienen siquiera los Gobernadores libertad de acción suficiente como para poder considerarse una amenaza seria al estado plurinacional? ¿Qué puede hacer un Gobernador con recursos menguados y con la espada de Damocles judicial bailando sobre su cabeza? Ya con Evo Morales a la cabeza de un poder ejecutivo omnímodo, los otros poderes –políticamente hablando- resultan superfluos y por lo tanto cedibles; útiles para dejar los necesarios vestigios democráticos para que creamos –y para que la comunidad internacional crea- que aquí hay pluralismo.


El MAS parece ser el gato que ha atrapado al ratón y ahora se divierte con el mismo soltándolo de rato en rato para que este crea que tiene salida pese a que su destino ya está sellado. La oposición creerá en verdad que ha sido toda una victoria la reelección de Rubén Costas, cuando es algo que juega perfectamente a favor del MAS; que es algo que el MAS busca deliberada y conscientemente porque le es necesario y fácil y divertido y útil.


Claro, por supuesto que esto pone en evidencia los procederes absolutamente antidemocráticos del MAS. Procederes que es necesario ponerlos en evidencia y denunciarlos con una clara aproximación a la verdad y sin exageraciones ni manipulaciones, sin recurrir a la mentira boluda e insostenible de la oposición acerca de que esto se trata de un régimen comunista. El MAS de comunista tiene lo que una actriz porno tiene de monja: apenas el disfraz necesario. Pero ese es otro rollo.

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